“La caridad, compasión, comprensión, generosidad, la disponibilidad y la alegría, que se han visto en esos días, debe ser lo habitual”, dijo el P. González en la misa del Espíritu Santo de inicio de año.
Por Elena Belletich Ruiz. 21 abril, 2017.
La celebración tuvo lugar en la Ermita, antes de la ceremonia de Apertura Oficial del Año Académico 2017 de la Universidad de Piura. El P. Ricardo González Gatica, capellán mayor de la UDEP, aconsejó saber escuchar lo que el Espíritu Santo pide y a pedir por las personas que aún sufren las consecuencias de las lluvias e inundaciones; o las enfermedades que les afectan.
Señaló que los desbordes y lluvias intensas que han afectado a tantas personas en la región Piura son circunstancias que marcan este año de un modo muy especial: no sólo por la reorganización del calendario académico, “que es lo más anecdótico; sino sobre todo por lo que ha supuesto de experiencia humana para muchos alumnos, profesores, trabajadores: una particular experiencia de servicio a los demás, de generosidad y entrega; de saber compadecerse con los que sufren. Y esto marca fuertemente el espíritu cristiano que queremos vivir en y desde la Universidad”.
Exhortó a no esperar que haya momentos extraordinarios para vivir la caridad. “Muchas veces tenemos más facilidad para decir qué deberían hacer los demás o cómo se deberían hacer las cosas según nuestro juicio…: los alumnos deberían comportarse así; el Consejo superior debería…; los profesores de tal facultad deberían; la distribución de los alimentos a los necesitados debería; el Gobernador regional debería. ¿Cuándo nos preguntaremos: y yo, qué debería hacer en esta situación? Aprendamos a oír al Espíritu Santo (sus insinuaciones) más que a nosotros mismos”.
El capellán recomendó dedicar más tiempo o energías a sacar adelante tantas iniciativas en beneficio de la Universidad o de la sociedad, “por Amor a Dios, por amor a los demás, porque podemos ver a Jesucristo en los demás. Aprendamos a actuar en nombre de Jesús y aprendamos a ver a Jesús en las personas más necesitadas. Así contribuiremos más eficazmente a difundir el espíritu cristiano en la sociedad; a que Cristo reine: éste será también el modo de ‘poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas’ (San Josemaría)”, subrayó.
